La realización de los programas educativos se realiza acorde con las necesidades formativas del siglo XXI donde internet es el ecosistema principal y las metodologías a distancia con el apoyo de las herramientas telemáticas son el principal paradigma pedagógico.
En el siglo actual, en la educación superior de adultos para titulados superiores y/o profesionales en ejercicio, y sobre todo en determinados ámbitos o disciplinas, desde ISPEDUC tenemos claro que no tiene sentido limitarnos a la formación en la que tenemos que encorsetarnos a una ubicación geográfica concreta en un momento temporal determinado. El conocimiento no pasa de una ‘cabeza’ experta poseedora de un conocimiento en exclusiva, que nadie más sabe, y que sólo cuando esa estructural temporal y espacial lo permita, podamos acceder a ese conocimiento y a esa modalidad de aprendizaje a través únicamente de la escucha en ese contexto físico. Ese modelo o paradigma de aprendizaje es limitante y ha dejado de ser el dominante en plena sociedad del conocimiento y de revolución digital.
En el aprendizaje superior adulto autónomo, la pedagogía más ventajosa, para las mayorías de las disciplinas educativas, psicológicas, etc., es aquella en la que no es necesario basarse sólo en la escucha de alguien cuando podemos leerlo por nosotros mismos a través del lenguaje escrito como ruta de aprendizaje. Una pedagogía en vanguardia, colaborativa, en la que el conocimiento es proporcionado y diseñado por expertos de cada uno de los temas en lenguaje escrito, en sus diversos contextos y realidades, que permita y se pueda acceder desde cualquier parte del mundo, en el horario libre en el que cada persona pueda, sin limitantes espaciotemporales.
Nosotros decidimos qué aprender, dónde y cuándo, no una persona determinada, una organización o un Estado.
Estamos ante una verdadera revolución de la educación superior, en la que decidimos según nuestra situación en qué especializarnos, con qué nivel de concreción, en la que decidimos cuándo comenzar y cuándo finalizar, o si podemos acelerar el proceso de aprendizaje. A esto habría que añadir las ventajas de ahorro económico en desplazamientos, en tiempo, en energía extra colateral desperdiciada etc.
Pero en la revolución digital de la formación se han multiplicado una verdadera eclosión de programas básicos, de poca calidad, esqueléticos, sin rigor, que apenas tocan la superficie de la temática que en ‘teoría’ abarcan o pretenden abarcar, que no están desarrollados por expertos en la materia, ni por profesionales en ejercicio que hayan visto la realidad laboral y profesional de cada ámbito. Ante la eclosión de la mala calidad, de la obsesión del marketing obsesivo estético, de falsas metodologías ‘innovadoras’ que sólo se basan en lo audiovisual aplicado al e-learning, sin contenido, en el que importa más el continente que el conocimiento.
Pero, en formación, una imagen no vale más que mil palabras. En formación una palabra vale más que mil imágenes.
En ISPEDUC tenemos claro que lo importante es dar valor al aprendizaje real de calidad que nos permita adquirir nuestras competencias y por ello nos centramos en ofrecer los mejores contenidos de cada ámbito, con el máximo nivel de especialización, sin necesidad de ‘adornos’ ni de cosmética formativa o estética metodológica.
Y este nuevo paradigma de aprendizaje necesita no sólo la autonomía comentada de la persona que aprende y su propia responsabilidad, si no que se basa en el esfuerzo y en nuestra propia dedicación. Nuestro aprendizaje real depende de nosotros mismos. Esta es la nueva Pedagogía de Vanguardia: trabajo, esfuerzo y conocimiento.